Viajar con una niña con necesidades especiales no es tarea fácil. Requiere una planificación cuidadosa, preparación extra y mucha paciencia. Aun así, este año decidimos viajar a Mallorca, principalmente por sus hermosas playas.
España es el país en el que he estado en más ciudades: Barcelona, Madrid, Alicante... y ahora, Mallorca.
A mi niña le encantan las playas, especialmente las que tienen arena blanca y agua que no está fría. Le gusta caminar y jugar por la orilla, y mojarse los pies en el mar.
Nuestro vuelo de ida y vuelta fue lo peor del viaje. Los aviones tuvieron retrasos, especialmente en el trayecto de regreso a casa.
Se suponía que íbamos a llegar a casa a medianoche, pero al final llegamos alrededor de las 6 de la mañana.
No tuve muchas oportunidades de hablar con nativos, pero cuando me comuniqué con ellos, rara vez hablé en inglés. Ellos me entendían aunque sé que hablo mal.
Mi esposo se burla de mí porque las conversaciones siempre se hacen muy largas cada vez que pido direcciones, pido ayuda, hago un pedido o me quejo, ¡todo porque intento hablar en español tanto como sea posible!
Pero a pesar de eso, nuestra estancia en Mallorca fue muy bonita. Mi hija lo disfrutó mucho, sobre todo porque le encantan las playas. Y eso es lo que realmente importa tanto para mí como para JR: que Arianna esté feliz y satisfecha.
Ingen kommentarer:
Legg inn en kommentar